Su tía Compermiza entrevistó a Ceci Eguiarte, soprano mexicana muy comprometida con los derechos de las mujeres y la inclusión, y esto nos contó:

¿Quién es Ceci Eguiarte? No sólo la soprano, sino la mujer. Tanto en mi vida personal como profesional soy una mujer responsable, dedicada, entregada, honesta, respetuosa y agradecida. Disfruto y aprendo mucho de la naturaleza, de la gente, de mi entorno, de mis errores y logros. Me encanta viajar, cocinar, ver una buena película, compartir ideas, intercambiar puntos de vista y sobre todo hacer música.

¿Qué papel juega la mujer dentro de la ópera? Creo que incluir una visión de género en la ópera puede fomentar la transmisión de valores culturales positivos, ya que no sólo se trata de hablar de la mujer, sino de la imagen de la sociedad que ofrecen las óperas. En los roles de ópera la mujer siempre ha estado presente, ya sea siguiendo los canones e ideologías de la sociedad o heroínas adelantadas a su época (inclusive a nuestra época). Ha ido evolucionando junto con la ópera al igual que las estructuras musicales, sus compositores y libretistas. Por otro lado podemos observar que se conocen muy pocas compositoras y libretistas de ópera. Los grandes compositores (Puccini, Verdi, Mozart, Donizetti, Masennet) han abordado a la mujer desde su perspectiva, hoy en día conocemos compositoras (muy pocas) que abordan a la mujer desde su percepción como Gabriela Ortiz en su ópera Luciérnaga. Sin lugar a duda la mujer en este quehacer ha ido conquistando la visibilidad y el reconocimiento que merece pero sigue en proceso. 

Relacionado: Arcoíris de Arte

Leyendo tu biografía veo que presentaste una ópera de Gabriela Ortiz ¿Cuál es tu vínculo con Luciérnaga y tu impacto personal? Luciérnaga nace de un hecho histórico que nos concierne a todos como mexicanos: El movimiento del 68. Este monólogo habla sobre Alcira, poeta uruguaya, quien sobrevivió 12 días a papel y agua en la ocupación del ejército en la UNAM en 1968. El proceso creativo con Silvia Peláez (libretista), Gabriela Ortiz (compositora), José Juan Sánchez (actor), David Attie (director de escena) y  Ludwig Carrasco (director de orquesta) fue muy fructífero. Todos aprendimos de todos, trabajamos en equipo y entregamos todo para dar vida a Alcira. En luciérnaga encontré un mundo terrenal y metafórico, crítico, poético, doloros y bello. En Alcira encontré a una mujer que lucha desde su pasión por la poesía, que cree en el arte como medio de liberación ante las represiones del poder, esto me enseñó y me reafirmó muchísimo. Creo que Alcira esta muy presente en nuestro siglo, este empoderamieto de la mujer, de los jóvenes que luchamos día a día en busca de la libertad, de la equidad, de la justicia, de las ganas de ser escuchados y escuchadas y compartir nuestro arte.

¿Consideras que tu trabajo artístico puede ser un elemento del progreso a la equidad? ¿Cómo sucede eso? Creo que el arte siempre ha sido un progreso en la equidad. La más grande bondad de la música es que no tiene género, sólo es. Al trabajar en equipo en cualquier proyecto nos enfocamos en algo que la humanidad ha ido perdiendo, como diría mi querídisimo maestro Gabriel Mijares “en tocar la emoción”, en compartirnos desde nuestro lado más íntimo. Desde mi lugar y el de cualquier artista esto trasciende desigualdades, guerras, poder y une. La música aún tiene mucho que enseñarnos, yo siempre sigo en constante aprendizaje.

Además de la labor artística, ¿Formas parte de algún grupo en pro de los derechos de las mujeres y la equidad? Es mi estilo de vida. La inclusión, el respeto, la sorodidad, el trabajo en equipo, son los motores que me impulsan día con día. 

¿Qué viene en tu agenda próximamente? Estoy presentando “La cambiales de matrimonio” de Rossini y a finales del año haremos el estreno de la ópera “El Ocaso”, que habla de las tradiciones de los Hach Winik en la Selva Lacandona. En octubre cantaré “El Gran Macabro” de Ligeti, interpretando a Clítoria un papel que me llama mucho la atención donde la liberación psicológica, sexual y emocional de la mujer esta presente.