Musicalmente hablando, el 2019 estuvo lleno de colores y diversas expresiones.

Vimos, por ejemplo, Bit Sinfónico de la Sinfónica Sinaloa de las Artes. Estuvo también la propuesta operística de Liber Festival presentando desde recitales clásicos de piano con Ana Gabriela Fernández y ópera, hasta sonidos de oriente con Axedres-Mundo de Grupo Segrel. También un amplio abanico estuvo presente en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, que presentó desde óperas «para niños» con La Flauta Mágica según Papageno» hasta el XV aniversario de Trío Zur a cargo de Mirna Yam, Javier Nandayapa y Antonio Barberena con la participación especial de la bellydancer Fernanda Medellín.

La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) no se quedó atrás. Este fin de semana, la agrupación encabezada por Carlos Miguel Prieto recibió como huésped al joven mexicano Iván López Reynoso, quien la semana pasada estuviera al frente de la Orquesta acompañando al también joven Rolando Valdés.

En esta ocasión, la OSN presentó junto al Solistas Ensamble de Bellas Artes (dirigido por Christian Gohmer) los Coros del Oratorio de Navidad BWV 248 de J. S. Bach como primera parte del concierto, con las participaciones solistas de Gabriela Thierry, Graciela Díaz, Jesús Ibarra y Gustavo Cuauhtli.

Escucha aquí el Oratorio de Navidad BWV 248 de Bach

Después del intermedio, Orquesta y Coro regresaron a escena para ejecutar el Arrullo del Trompetista con la participación de Edmundo Romero como trompeta solista. Hago una pequeña pausa aquí porque la interpretación fue maravillosa: el sonido de Romero parecía no sólo arrullar al corazón del público sino acariciarlo, arroparlo y darle un caluroso beso en la frente.

Luego vino la parte más sabrosa: Estampa Navideña Mexicana de Juan Duarte, con la que nos invitaron a recorrer sonoramente los más memorables sonidos de nuestro México con su inigualable «ándale Juana, no te dilates con la canasta de los cacahuates». Porque si algo tiene este país son rimas y comida, ¿cómo negarlo?. Continuó la Estampa Navideña Latinoamericana, del mismo Duarte, que visitó países hermanos del continente y trajo al Palacio de Bellas Artes las canciones navideñas de nuestra América en arreglos muy bien logrados por el ensamble encabezado por Gohmer.

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El cierre: un Palacio de Bellas Artes repleto, cantando a coro los más bellos villancicos propios de esta época gracias a una pantalla que les soplaba la letra para luego enviar, en voz del Ensamble de Solistas los mejores deseos para el año que inicia.

Una vez más queda de manifiesto el buen trabajo que Christian Gohmer ha hecho al frente del Solistas Ensamble del INBA. La masa coral era uniforme, precisa e inteligible; por su parte, López Reynoso es un director por el que vale la pena deshacerse las palmas en aplausos. Su joven y prometedora carrera sigue cosechando éxitos en los más importantes escenarios de nuestro país y pareciera no cansarse del triunfo, pues en unos días lo veremos regresar al frente de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes para las funciones de El Cascanueces que la Compañía Nacional de Danza ofrecerá en el Auditorio Nacional.

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Vayan desde aquí mis mejores deseos también para todos ustedes. ¡Que el 2020 nos apapache a todos!