Parece ser que cuando Mozart —harto de los malos tratos que recibía— declaró al arzobispo Hieronymus von Colloredo que no sería más su criado, éste le contestó: “te vas a morir de hambre, ¿qué vas a hacer?”. Contra los deseos de su padre y los usos de su sociedad, Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, mejor conocido como Amadeus Mozart, fue el primer músico independiente.

A 265 años de su natalicio (27 de enero de 1756), Pablo García-López, reconocido como tenor mozartiano desde sus estudios en el Mozarteum de Salzburgo y apasionado en el estudio del compositor, opina que esta influyente figura de la música abrió la puerta hacia la libertad para los músicos que le sucedieron.

“Es el primer músico que le dice a la historia mundial que los músicos van a hacer una disciplina propia, se rebeló tanto musicalmente como ante la sociedad”, comenta García-López, en entrevista.

Explica que antes de Mozart los músicos y compositores eran tan sólo un criado más de la clase alta, quienes así como tenían un cocinero, tenían un compositor de cámara. Muestra de ello es que Haydn viajó y tuvo un gran éxito en la época, pero toda su vida estuvo al servicio de un conde; y que las variaciones Goldberg de Bach se hicieron para que el rey se durmiese.

 “La música se usaba, sí para agasajar a los invitados de la corte, pero así como se ofrecía un pastel se ofrecía un concierto de piano o una ópera. Mozart comienza la revolución musical y le dice a los nobles: para mí vosotros sois un medio para mi música, no el fin”, señala.

Un ejemplo de ese aspecto revolucionario, apunta, es la adaptación musical del libreto de Las Bodas de Figaro de Beaumarchais, que en ese momento estaba prohibido en Viena por su claro mensaje: los criados pueden rebelarse y ser más listos que los nobles.

“Mozart es uno de esos compositores que sabía, en vida, que era muy valioso y confiaba en encontrar una manera de sobrevivir con su música. Es una figura completa en lo musical, tanto en la composición como en la interpretación”, agrega. •