VIH transversal y sin estigmas, la apuesta de FIERCE/FIERA

Estimaciones oficiales consideran que al menos 260 mil personas viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en nuestro país. El primer caso se detectó por allá de 1986 y, desde entonces, la carrera contra reloj para encontrar la cura ha costado muchas vidas y mejorado muchas otras.

Y es que no es tema de hombres gay. Digámoslo claro: Cualquiera con una vida sexual activa está en riesgo de infectarse con VIH, un virus que ha sorprendido durante 4 décadas a los y las médicas que buscan incansablemente detener la otra epidemia mundial. Se considera que la generación entre 25 y 34 años ha triplicado los casos en la última década.

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En esta imperiosa necesidad de hablar transversalmente de la infección por VIH y la urgencia de detener al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el teatro (como es costumbre) toma la palabra y nos ofrece un montaje ad hoc para la época: FIERCE/FIERA, de Myrna Moguel y César Enriquez que estrenó temporada el pasado 3 de junio en el Teatro Benito Juárez, dentro del ciclo Entre Lenchas, Vestidas y Musculocas del Sistema de Teatros de la Ciudad de México.

La historia, que sucede entre voguing y vivencias de técnicamente cualquier persona que viva con VIH, nos lleva a pensar el virus como la transversalidad que representa. En palabras de Naciones Unidas —usadas para el COVID19 pero que curiosamente empata—, nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo, de ahí que resulte urgente comenzar a hablar de VIH/SIDA como una epidemia que, como la que nos tiene en pausa desde 2020, puede afectar a cualquier ser vivo.

Mirna Moguel interpreta a una mujer infectada por VIH en las últimas décadas del siglo pasado. Imagen: Mauricio Elí.
Mirna Moguel interpreta a una mujer infectada por VIH en las últimas décadas del siglo pasado. / Imagen: Mauricio Elí.

Hablemos de las amas de casa, de las mujeres cisgénero heterosexuales: ¿Alguna vez las hemos invitado a hacerse la prueba? ¿Les hemos dicho, como sociedad, que ir anualmente a realizarse un examen de VIH es tan importante como la mastografía o el papanicolau? ¿O nuevamente ejerceremos por la vida con la falsa creencia de que es una enfermedad de jotos? ¿Otra vez todo se trata de hombres?.

Si bien es cierto que la estadística es menor, no debe resultarnos menos preocupante que las mujeres se infecten. No sólo porque deben gozar de las mismas garantías de acceso a la salud y a un tratamiento, sino porque precisamente muy pocas lo tomarán dado que son contadísimas quienes se hacen la prueba porque las campañas de sensibilización jamás las incluyen. Y la falta de tratamiento, por el desconocimiento, irremediablemente se traducirá en SIDA.

César Enriquez y Bonita en escena / Imagen: Mauricio Elí
César Enriquez y Bonita en escena / Imagen: Mauricio Elí

De eso va este gran montaje que incluye al público y le deja tener dudas, pero también expresarlas. Con flashbacks que parecen planteados para el cine, el elenco integrado por Moguel y Enriquez junto a Bonita (Emilio Bastré) y Omar Lozano profundiza la discusión y el análisis que casi nunca se plantea al hablar de VIH y hacen un eje transversal que resultaba urgente por la casi inadvertida obviedad de un padecimiento que afecta por igual a cualquier ser humano porque, a diferencia de las personas, no discrimina.

¿Cómo se vive el diagnóstico? ¿Por qué nos sigue dando miedo a pesar de saber que no vamos a morir? ¿Qué hacer con la ansiedad de volver a salir del clóset? ¿Hasta dónde mi intimidad —o mi salud— son tema público o común?. Si esas preguntas te siguen rondando la cabeza, no hay duda de que FIERCE/FIERA está escrita para ti.

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