México tiene una cultura de generosidad constante: Ramón Vargas

En su sede de la colonia Escandón, el Cemefi invita a todas las personas a «alegrar sus corazones» haciendo donaciones económicas a través de las tiendas Soriana, que recibirán aportaciones de la ciudadanía a partir del próximo 5 de diciembre. Se han sumado, solidariamente, los tres tenores mexicanos del momento.

«Que no falte la comida en los hogares mexicanos», dice con esperanza la conductora nicaragüense-mexicana Martha Debayle (Managua, 1967). A su voz seguirá la de Javier Camarena (Xalapa, 1976), quien ha destacado no sólo por su imponente presencia escénica sino por sumarse a causas solidarias: Se le pudo ver en el Palacio de Bellas Artes reuniendo fondos para las personas afectadas por los sismos de septiembre del 2017 en Oaxaca y Ciudad de México, o donando una clínica en una zona marginada.

En seguida se une otra voz internacional. Ramón Vargas (Ciudad de México, 1960) aparece en escena poniendo su talento —que le ha llevado a ser reconocido los últimos 30 años como uno de los mejores tenores del mundo— al servicio de las familias mexicanas. «México tiene una cultura de generosidad constante», dice en conferencia de prensa.

Luego llega la mente detrás de la unión: Fernando de la Mora (Ciudad de México, 1958). «Siempre que te enamores / Cielito lindo / mira primero», canta acompañado de orquesta. Su intención, apoyar a las familias que han perdido sus ingresos debido a la pandemia provocada por la COVID-19, que ha cobrado más de 5.2 millones de vidas en el mundo y dejado sin empleo a 12 millones de personas en México. 7 de cada 10 son mujeres.

«Esperamos alcanzar a más de 10 mil familias», reta Pilar Parás García, presidenta del Consejo Directivo del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) animosamente. Procederá después a invitarnos a todas a ser parte.

«México es un país que ama cantar», dice Camarena. Así, con sus voces, esperan alcanzar el corazón de las personas y que, en conjunto, pongamos comida en los hogares que han quedado en la incertidumbre por una de las crisis económicas y sanitarias que más duramente han golpeado a la humanidad en los últimos años.

Pobreza y COVID: El hambre en cifras

Las desigualdades en México quedaron aún más expuestas tras el brote de SARS-CoV-2. Mientras las personas con empleos «cómodos» exigían confinamiento, las pobres debían salir a buscar el sustento. «Si no trabajo, no como» era la frase que se escuchaba con más frecuencia.

De acuerdo con el análisis de Jon Martín Cullell en EL PAÍS, 72% de las personas que han perdido su empleo en México son mujeres y han tenido mayor dificultad para reintegrarse a la fuerza laboral. El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) es su fuente y sus datos no son alentadores: 33 de cada 100 hogares tenían a una mujer como jefa de familia según el Censo 2020, es decir, más de 11 millones de familias.

«De los 2,1 millones de empleos que no se han recuperado, 1,5 millones corresponden a mujeres y apenas 604.000 a hombres», señala el periodista. A esta cifra deben sumarse las médicas y enfermeras despedidas en estados como Oaxaca que, tras responder en primera línea ante la emergencia sanitaria, fueron informadas de un día para otro que sus contratos no seguían vigentes según recogió SEM México en septiembre pasado. En esa cifra, nuevamente son mayoría.

La Organización Mundial del Trabajo (OIT) no otorga datos más esperanzadores. «Los jóvenes, en particular las mujeres, siguen afrontando un mayor déficit de empleo«, informaba el pasado 27 de octubre. De acuerdo con el mismo documento, las mujeres representan el 47.6% de los empleos perdidos en el mundo durante 2020.

Curiosamente, México es el tercer país con más mujeres en el aprendizaje digital de acuerdo con el reporte Women & Skills 2021 de la plataforma Coursera. «Las mujeres buscan aprendizaje en linea en tasas mayores desde la aparición de la pandemia», resumen en una tabla que muestra que Estados Unidos e India son los únicos países que superan a México en el Top 10 de naciones con el mayor número de mujeres alumnas, con 8.6, 4.8 y 2.4 millones de inscritas respectivamente.

«Hace unos días hablé con el director de la Ópera de Monte-Carlo», dice Vargas. De acuerdo con su relato, un barítono que cantaría funciones con obra de Richard Wagner se habría retirado definitivamente debido a la pandemia. «No canto más. Tengo dos hijos y este trabajo es muy incierto«, argumentó. Por otro lado, la soprano María Katzarava contaba en entrevista haber perdido más de 20 contratos el año pasado. •

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