La oscuridad es cómplice de muchas historias. 5 de ellas se cuentan en Baño Turco, de Jorge Sánchez de Tagle. ¿Por qué ligar en las sombras? ¿De quién nos escondemos? ¿Qué queremos encontrar?.

Con todas esas preguntas —y algunas más— se desarrolla la trama de una obra dividida en dos elencos, integrados por Leo Dubuc, Job García, Patricio Belmont, Top César, Osiris Orozco, Edgardo Escobar y Andrés Puentes Jr., quienes alternan dejándonos ver algunas de las incógnitas que rodean la interacción entre los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH).

La obra se desarrolla en una desconocida ubicación de la Ciudad de México, que ha visto el negocio de los llamados lugares de encuentro crecer y perfeccionarse: espacios que, a media luz y a veces en ropa interior, se prestan para el juego erótico entre HSH quienes, por precios que van desde los 80 hasta los 350 pesos mexicanos (unos 17 dólares), pueden desinhibirse con la tranquilidad que da la oscuridad de esos espacios (y la venta de alcohol que no falta jamás).

A pesar de que en un inicio parece cliché y nos recuerda algunos prejuicios de la comunidad gay hacia sí misma, Baño Turco toma esas pre concepciones, las deja fluir con su humor involuntario y nos invita a reflexionar en el momento de elegir visitar esos oscuros lugares llenos de lujuria (pero más de inseguridades cubiertas con la fachada del erotismo).

Mediante los cómicos andares en toalla de 5 cuerpos tan diversos como la comunidad homosexual, Baño Turco pone sobre la mesa los por qué de estos sitios. ¿Será que sus visitantes asiduos lo hacen más por evadir la soledad que por encontrar placer sexual? ¿Cuál es la línea que lo divide?

Un supuesto terremoto muestra, incluso en los musculosos cuerpos que protagonizan en diminutas toallas, la fragilidad humana. Todos tenemos miedo, sin importar que carguemos 100 kilos en un gimnasio y tengamos más barba que autoestima. Esa es la ventana que abre.

¿Se encuentra el amor en estos sitios? ¿Se puede ir a buscarlo? ¿Atenta contra la moral el ejercicio de disfrutar del cuerpo propio (y del de algunos extraños)? ¿Qué hay verdaderamente detrás de los no-tan-escondidos lugares de encuentro, tan populares en la última década? La introspección propuesta por Baño Turco no es menor, ni superflua, sino todo lo contrario. La escenografía es suficiente, ni exagerada ni pobre. Las actuaciones arrancan más de una carcajada (y descalabran a varias personas en la audiencia) al lograr lo que busca el teatro: encontrarnos en escena.

Hospedada por el teatro Wilberto Cantón, de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), Baño Turco espera a quienes gustan de divertirse en lo oscuro todos los miércoles a las 20:00h. Los boletos ya pueden adquirirse en Ticketmaster o en la taquilla del teatro, ubicado en José María Velasco 59 en la col. San José Insurgentes, en la Ciudad de México.

Es una producción de Antonio Escobar, que da inicio con ella a su nueva compañía Believe Entertainment. •