Las afirmaciones de Xóchitl Gálvez sobre la edad para comprar una casa levantaron revuelo en las redes sociales. “Si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey”, dijo la candidata opositora en referencia a Claudia Sheinbaum.
Entre la crítica destacó la de la escritora mexicana Sabina Berman, quien afirmó que el físico alemán Albert Einstein murió en una propiedad alquilada. “La dirección exacta: 112 Mercer Street. ¿Era un wey?”, ironizó la autora de «El Dios de Darwin».
Sin embargo, una revisión permite conocer que el post en X contiene dos imprecisiones: el lugar exacto de la muerte de Einstein y la propiedad de su vivienda.
Tras divorciarse de Mileva Mari, Albert y Elsa Einstein adquirieron una casa cercana al Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, Nueva Jersey, en 1935. Así lo relata el apartado sobre su vida familiar en la web del Museo Americano de Historia Natural. Antes, de 1903 a 1905, Albert y Mileva alquilaron un departamento en el segundo piso del 49 de la Kramgasse en Berna, Suiza, hoy museo.
Pero Einstein no murió ni en su propia casa ni en un departamento alquilado, sino en una habitación del hospital de Princeton en 1955. De acuerdo con el fotógrafo Ralph Morse, de la revista LIFE, los funerales del teórico de la relatividad y su sepulcro tuvieron lugar allí.
La crisis obviada
Los comentarios de Xóchitl Gálvez hacia Claudia Sheinbaum reavivaron el debate sobre la cada vez más lejana posibilidad de adquirir vivienda en México.
Los datos de la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que más de 35 millones de viviendas en México se encuentran habitadas. De acuerdo con la doctora en urbanismo Marina Contreras Salgado, docente en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), esa estadística omite las más de 6 millones de viviendas deshabitadas pero muestra un déficit de 8.2 millones de ellas.
“La presencia de vivienda deshabitada es muestra del fracaso de la política habitacional en el país y cada una de estas viviendas representa a una familia desposeída de su patrimonio”, destacó la académica durante su conferencia “Radiografía de la vivienda deshabitada en México”, como parte del curso Expansión y cambios metropolitanos: un debate ininterrumpido, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM.
De esos 8.2 millones de viviendas necesarias, el 29.5% se requieren en la Ciudad de México mientras que el 35.3% hacen falta en Guerrero.
Futuro incierto
La ENVI 2020 mostró también que 5.8 millones de las viviendas habitadas en México (el 16.4% del total) se encuentran alquiladas. El motivo principal por el que la población sigue rentando es que el 51.4% de los arrendatarios no tiene recursos ni acceso a crédito para comprar. El 9.7% de las personas encuestadas dijo que el precio del alquiler es menor que una hipoteca.
Y es que vivir en ciudades como México, Monterrey y Guadalajara, las principales urbes mexicanas, es considerablemente más caro cada trimestre. De acuerdo con el Índice SHF de Precios de la Vivienda, calculado por la Sociedad Hipotecaria Federal, en el último trimestre de 2023 la vivienda se apreció 10.1% respecto del trimestre anterior, derivando en un aumento anual del 10.9% contra 2022.
Datos de la SIF muestran que, por ejemplo, la vivienda en la zona metropolitana de Guadalajara cerró el 2023 encareciendo un 11.5%; por su parte, en Nuevo León aumentó 11.3% en el mismo periodo.
Esto se traduce en que el precio promedio de la vivienda en México, al cierre de 2023, fuera de 1 millón 617 mil pesos. Ese es el precio de una vivienda media según la SIF aunque en la Ciudad de México es cada vez más común ver anuncios de espacios de no más de 50 metros cuadrados por cifras que arrancan entre los 3 y los 5 millones de pesos según la zona.
El entorno de aumentos trimestrales contrasta con las posibilidades económicas de la población ocupada: el ingreso promedio de los y las mexicanas durante el cuarto trimestre de 2023 fue de apenas 7 mil 300 pesos —0.68% menos que el tercer trimestre de 2023— mientras las rentas promedian en 17 mil en la Ciudad de México, por ejemplo. Si una persona con esos ingresos decidiera comprar al precio promedio de la SIF, tendría que invertir su sueldo completo durante casi doscientos veintidós meses, algo así como 18 años y medio.
Gentrificación y turistificación
El otro grave problema al que se enfrentan las ciudades mexicanas es el modelo de rentas temporales, que ha desplazado a las poblaciones para dejar espacios disponibles. Para finales de 2023, más de 26 mil viviendas eran ofertadas en Airbnb de las que 17,200 eran viviendas completas.
Este modelo ha encarecido las ciudades pues las personas propietarias se mueven hacia modelos más rentables —EL PAÍS documentó que la renta de un departamento se vuelve seis veces más alta al estar en plataformas—, pero que privilegian la expulsión de la población local. •


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