• Única función el domingo 17 de abril a las 18:00 en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque

La libertad, sin olvidar las raíces propias, es el punto de partida del espectáculo Alas y raíces, que ofrecerá la Compañía Flamenca Rubio Cuevas el domingo 17 de abril a las 18:00 horas en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, en el marco de la Temporada de Flamenco y Danzas Españolas que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes a través de la Coordinación Nacional de Danza.

Nuria Rubio, directora y coreógrafa de la compañía, explicó que se trata de una pieza surgida a raíz de una experiencia propia. “En la vida suceden cosas que hacen que todo se desacomode, pero hay personas, el amor y otras cosas que permiten que surjan proyectos. Tal es el caso de esta obra que plantea la libertad no como algo volátil, sino como algo sostenido”.

Alas y raíces fue presentada en febrero en el Teatro Julio Jiménez Rueda y ahora el público tendrá la oportunidad de apreciarla en un foro distinto. “El Teatro de la Danza es un lugar exquisito y mágico donde contaremos con la participación del guitarrista Gerardo Arturo Amézquita, quien vino a darle un matiz nuevo al espectáculo, además de que se jugará más con el espacio y la iluminación. Creo que la obra permitirá llevarse un buen sabor de boca”.

La Compañía Flamenca Rubio Cuevas surgió como un proyecto integral comprometido a difundir y promover profesionalmente el flamenco a partir de su esencia tradicional, así como a investigar a fondo sus raíces y evolución. Los integrantes de la agrupación cuentan con una trayectoria artística profesional de más de diez años y se han desarrollado en las mejores compañías de nuestro país, así como con destacados exponentes del género.

“Buscamos hacer siempre un trabajo profesional, de esfuerzo y calidad. Cada día queremos envolver al público que no conoce el flamenco para decirle que entre por una puerta que es muy interesante y extensa. Basamos nuestro trabajo en el flamenco tradicional que demanda que todo se haga como un conjunto de energía  para que pueda surgir algo mágico y maravilloso. Buscamos conmover a los espectadores”.

Para la creadora, la danza flamenca se encuentra a en un buen momento y, aun cuando se presenta principalmente en tablaos, se han reabiertos diferentes sitios para la expresión del género y el desarrollo de proyectos. “Un espacio escénico demanda un hilo conductor, tener una historia que contar y un lenguaje distinto, mientras que en el tablao se puede hacer un poco más de improvisación. Es un arte que está en subida; cuenta con diversas compañías que son muy buenas y que permiten retroalimentarse”, concluyó.