Una nueva visión para la escena

Ángel Ancona es un caso raro. Siéntese y le explico:

Nacido en Reynosa, Tamaulipas, Ángel Ancona es un creador escénico, especializado en el diseño de iluminación y escenografía, así como en la producción, la gestión y la función pública en el sector cultural mexicano que ha pisado los más relevantes escenarios y recintos de buena parte de Latinoamérica y China.

Su perfil es amplio: Pasó por la Subdirección de Producción Teatral del INBAL, luego por la Dirección Técnica del Cervantino, produjo el Año de México en China, pasó por Viña del Mar, Cuba, Venezuela, Colombia y una lista de recintos y espectáculos que incluyen la producción técnica de la enigmática presentación de Michael Jackson en el Estadio Azteca. Ha iluminado a figuras como Nacha Guevara, David Byrne, Celia Cruz y Marc Anthony. En 2014 realizó la dirección general y diseño de “Aquí yace un pájaro. Una flor. Un violín. Celebrando a Juan Gelman”, un espectáculo que conmemoraba la vida y obra del escritor argentino, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris del que es Director desde 2013.

La visión de Ancona es simple pero no por eso menos sofisticada: México es potencia, lo es y lo ha sido, por lo tanto debemos dotarle de una nueva cara escénica. De eso da cuenta su gestión al frente del Sistema de Teatros, que programa expresiones diversas pero con una nueva vocación para consagrados recintos nacionales tan diversos como un teatro estudio o el centenario Esperanza Iris, en el que recibe producciones nacionales y extranjeras de calidad reconocida.

No es extraño. Su formación y roce profesional están estrechamente relacionados con las y los mejores de las décadas en las que ha transitado por los escenarios. Se pueden leer en su biografía estudios especializados con Hugo Argüelles, José Luis Ibáñez, Héctor Mendoza, Alejandro Jodorowski y Guillermina Bravo. ¿Cómo olvidar, por ejemplo, que los 102 años del Esperanza Iris se celebraron con una incontable cantidad de videos que llegaban de todo el mundo felicitando no sólo a Ancona, sino al recinto que vio la carrera de una de las más importantes sopranos y empresarias operísticas de nuestra historia, levantándose —literalmente— de las cenizas con la dignidad intacta? ¿Por qué no celebrar con la más sonora pompa al escenario que transforma y se transforma a sí mismo para mantenerse a la vanguardia, buscando un lugar en la referencia global?

Ángel Ancona es, en una sola frase y sin exagerar, una vida verdaderamente dedicada a la escena. Pero a la escena de primer orden •

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